Descripción:
El pasado 11 de febrero, en la sede de la librería Lerner en el centro de Bototá, Omar Rincón y José Ignacio “Iñaki” presentaron el libro aquí comentado. A continuación las palabras de Omar Rincón
“Agradezco que hayan venido a la Lerner, un ícono cultural y turístico. Diez razones de por qué leer este libro:
1. Hay que comprar libros, no hay que leerlos, porque los libros le dicen a uno cuándo están para ser leídos. Este libro tiene muchas cosas para ser leído porque habla de todo, usted le puede preguntar alguna cosa del mundo moderno y le responde.
2. Agradezco en los libros, cuando los compro, que sean fáciles de leer, que permitan ser manipulados y este tiene un papel tan bonito que no da pena rayarlo. El texto de Chaparro tiene de bueno que si uno no está de acuerdo con él, puede enmendarlo; el papel y las ideas que expone ahí invita a rayarlo.
3. Porque es un tema aburrido. Nos dicen que nosotros tenemos que desarrollarnos y que la comunicación (qué pretensión), la prensa, radio, internet, nos ayuda a lograrlo si tenemos comunicación. Lo bueno del libro es que no se come el cuento, pues dice: ¿Cuál desarrollo? ¿Quién es más desarrollado?, ¿Las comunidades que cuentan oralmente?, ¿Los que viven en las redes sociales? Lo interesante del libro es que convierte un tema tan aburrido, como la comunicación para el desarrollo, en un centro de debate.
Lo que se debate es el concepto de modernidad que hemos comprado. Nos dijeron que hay que ser modernos, no tenemos idea de lo que es la modernidad, la cuestión es desde el concepto de desarrollo, de comunicación y eso es interesante porque debemos cuestionarlo radicalmente; también rescata la democracia, en un país como Colombia rescatar la democracia es un detalle de fina coquetería porque la democracia no la tomamos en serio, ¿y qué tiene de bonito la democracia?, creemos que la democracia es ir a votar, elegir unos congresistas, un presidente, eso no es la democracia.
La democracia es un campo de batalla por las ideas, las libertades y los derechos, eso es otra cosa, la democracia se juega en cada día, en cada calle, en cada espacio, en cada pensamiento y este libro rescata eso, que somos demócratas no por hablar de política y criticar al gobierno o al imperialismo, sino por hacer de cada día una virtud democrática, ser capaces día a día de construir el disenso, de construir la diversidad, de construir la inclusión, de construir las otras formas de ser, y de eso es que habla el libro.
4. Porque el autor es Manuel Chaparro, quien no habla bien de uno ni mal de otro, él se concentra en los temas, si alguien habla bien del tema pues bienvenido, pero si no habló bien del tema también es posible criticarlo, no es la pleitesía de la moralidad sobre el mundo y sobre el pensamiento, lo cual nos hace mucha falta en la academia; en las universidades nos pasamos haciendo moralismos de autores y de citas y me parece que no se trata de eso. Este es un libro que no es una casa de citas sino una casa de realidades y en ese sentido me parece que es interesante.
5. Este autor trabaja con la gente del común, no se deja impresionar de los intelectuales y los poderosos, sino que va por América Latina oyendo historias en los bares, en las comunidades indígenas, con los jóvenes y las toma en serio, le cree a la gente del común, entonces me parece mejor porque oye la gente del común y no oye a los intelectuales y a todos los que nos creemos inteligentes.
6. Para ser un libro de comunicación para el desarrollo está escrito sin tanta cita y eso lo agradece uno; cuando en la universidad hay que hacer un libro académicamente uno sufre de pensar en las citas que tiene que poner, pues en la universidad uno ni piensa, hace citas. El libro está escrito desde la corporalidad de Manuel, me parece un libro escrito por un autor que no parece un cura y sin citas.
7. Es una coincidencia que el libro esté publicado por EdicionesDesde Abajo, porque es un libro escrito desde abajo o sea desde el no poder oficialmente construido, desde el no privilegiado, desde el no incluido y en el mundo nos hace mucha falta oír las voces desde abajo, y el libro rescata ese tipo de cosas.
8. El mundo cambió, ahora hay internet y toda clase de redes, no tenemos ideologías, ahora todo es de derecha o de izquierda, la derecha se junta con la izquierda, la izquierda con la derecha, la categoría clase social es de mal gusto, todo cambió, menos los discursos de la comunicación para explicar la comunicación; seguimos explicando los movimientos digitales como 132, Podemos o de Mayo, el M-15, con las teorías del siglo XX, como si eso pudiera ser interpretado desde allá; la mala noticia es que no, que si el mundo cambió también tenemos que cambiar los marcos interpretativos, reinventarnos; sí, podemos ser marxistas pero tenemos que inventarnos un marxismo de hoy; sí, podemos ser positivistas pero un positivismo de hoy, tenemos que repensar esto y no podemos seguir diciendo las mismas cosas, y no podemos seguir hablando de imperialismo solamente o de un nuevo mundo, sino que tenemos que cambiar y eso me parece bonito porque hay una reinvención del discurso.
9. Le dije a Chaparro que me gustaría ponerle un título menos comunicativo al libro, porque este es muy serio: Claves para repensar los medios y el mundo que habitamos. Le decía que para confundir a la gente debía ponerle: “El mundo que habitamos”, entonces alguien lo compra sin saber qué es, podría pensar que es un manual de autoayuda, de nueva era o de cómo vivir el mundo actual, pero es que el libro habla de eso, del mundo que habitamos y el mundo que habitamos está cruzado por los pensamientos ecológicos, catastrofistas y optimistas, está pasado por los nuevos modos de pensar, está pasado por el suma qamaña boliviano pero también por el sumak kawsay ecuatoriano, está atravesado por una cantidad de cosas, y lo importante es que tenemos que comprender el mundo que habitamos. En el fondo el libro es un gps para entender el mundo que habitamos. Entonces, me parece muy interesante que sea eso: habitar este mundo y un libro que nos permita entender habitar este mundo.
10. Porque nos recuerda que la comunicación es una sola cosa muy elemental, pero la más cierta: la comunicación es escuchar al otro; uno es comunicador cuando se calla la boca y escucha el mundo; a los comunicadores nos venden que tenemos que hablar todo el tiempo y decir y decir, este libro nos recuerda que Chaparro es un auténtico comunicador porque desarrolló la teoría de la comunicación que dice: hay que escuchar al mundo y desde ahí construir los relatos.”