Gran Bretaña, Estados Unidos, China…
El Congreso de EE.UU. y la Casa Blanca están de acuerdo en actuar contra China, acción que podría desencadenar una guerra comercial. Más allá de las quejas cíclicas de Washington, Estados Unidos resiente que su omnipotencia se vea desafiada, en una región particular del mundo que se prefigura como competencia frente a las potencias occidentales.