Escrito por Claudia P. Vaca G.*
La pandemia propiciada por el covid-19 desnudó, una vez más, las contradicciones y límites de un sistema social que privilegia el negocio sobre la salud, la ganancia sobre la vida. Con comportamientos extremos como los Colombia y Ecuador negados a la suspensión temporal del Acuerdo de Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio.
Raquel Ramírez, sin título (Cortesía de la autora)
En febrero de 2020 Ignacio Ramonet escribió un texto sobre el enigma, la perplejidad, el miedo y el sufrimiento que ocasionaba la pandemia (1). El autor dibujaba una ilusión en la que el capitalismo ultraliberal se debilitaría para avanzar hacia unos mejores niveles de solidaridad comunitaria y para superar las profundas inequidades, la fiebre del consumismo y el ecocidio del planeta.
Ramonet destacaba la lección de humildad que las medidas higiénicas –el lavado de manos, el uso de mascarillas y la adecuada ventilación– dieron al desarrollo científico y tecnológico para controlar el contagio. Pero muy pronto la biotecnología, en una carrera sin precedentes, permitió que una decena de vacunas estuvieran disponibles y la inoculación se posicionó como una de las estrategias más importantes para superar la pandemia.
A mediados de febrero de 2021 más de 50 países arrancaron programas de vacunación con más de 200 millones de dosis aplicadas en Europa occidental y América del Norte. La acelerada distribución de vacunas en los países ricos se debió a una compra anticipada de más del 50 por ciento de la producción de las empresas (2).
Mientras eso sucedía, la vacunación avanzaba a paso de tortuga en otras regiones. Se han administrado menos de 11 millones de vacunas en América Latina, aunque en esta región –sumada el Sur de Asia y África Subsahariana– habitan 3.200 millones de los casi 8.000 millones de personas del mundo (3). Colombia se convirtió en el primer país en recibir vacunas del mecanismo coordinado de entrega de vacunas Covax en América Latina, a pesar de que ninguno de los 29 países de ingreso bajo había iniciado vacunación en marzo (4).
Un reportaje, liderado por el Bureau of Investigative Journalism y OjoPúblico, documentó cómo algunas farmacéuticas presionaron a los gobiernos de América Latina para expedir normas que las eximieran de cualquier responsabilidad legal sobre eventos adversos por la aplicación de sus vacunas y para que los contratos de compra incluyeran cláusulas como la de la pignoración de activos estatales, como garantía por la eventualidad de líos legales (5).
Esta distribución discriminatoria, el apartheid del siglo XXI, sumado a la postura extorsiva de las multinacionales en las mesas de negociación, muestra la incapacidad de la sociedad global para resolver juntos el problema más difícil que sufre la humanidad. La evidencia de la voracidad de las farmacéuticas que Ramonet no imaginó.
Privatización del conocimiento y distribución discriminatoria
La pandemia desnudó las fisuras generadas por la globalización sobre la forma como es promovida la innovación de medicamentos y vacunas, enfocada únicamente en fomentar las patentes y secretos industriales. Se trata de una suerte de fundamentalismo de la propiedad intelectual, impuesto desde la Organización Mundial del Comercio (OMC), y que dificulta en extremo el acceso y la distribución equitativa de estos bienes esenciales.
Si el sistema de patentes funcionara adecuadamente, además de fomentar la innovación con nuevas vacunas, propiciaría un equilibrio entre los recursos que invierten las entidades públicas para la investigación básica y los precios a los que se venden los productos finales. Un buen funcionamiento del sistema de patentes también promovería una amplia y detallada divulgación de la información sobre la invención, para facilitar la producción en cualquier lugar del planeta, con beneficios inocultables para la sociedad en la forma equitativa de distribuir las vacunas (6). Esto no sucedía antes de la pandemia y tampoco sucedió para las vacunas contra la covid-19.
Se han invertido más de diez billones de dólares de fondos públicos y de entidades sin fines de lucro en el desarrollo de las vacunas –una cifra subestimada por la falta de datos–. Las cinco principales empresas multinacionales han recibido cada una entre 957 millones y $ 2 billones de dólares, principalmente del gobierno de los Estados Unidos y de la Coalición para la Innovación y la Preparación para las Epidemias (Cepi). Esto sin contar la inversión de los gobiernos de China y Rusia en similares investigaciones desarrolladas por empresas privadas o estatales (7).
A esto se suma la concentración de la producción en ciertas regiones como Norte América, Europa y Asia, y la ausencia casi absoluta de capacidades de producción en otras regiones como África y América Latina. (Ver mapa).
La mayoría de los precios de las vacunas no están publicados, también por los leoninos acuerdos de confidencialidad. Y los que se conocen son prohibitivos para la mayoría de los países. Por ejemplo, una dosis de la producida por BioNTech/Pfizer oscilaría en un rango de 18 a 37 dólares (8). Los precios pagados también presentan diferencias inexplicables: La Unión Europea habría comprado la dosis de la ofertada por Oxford/AstraZeneca por 1,78 dólares, mientras Colombia o Uganda habrían pagado cerca de 8 dólares. (Ver gráfica).
Los ricos también lloran
El retraso de la llegada del biológico a los países en desarrollo representará no solo dificultades para el control global de la pandemia, también causará efectos negativos sobre los países acaparadores. Se estima que la economía mundial sufriría pérdidas superiores a los 9 billones de dólares, una suma superior a la producción anual de Japón y Alemania (9).
Y, por si fuera poco, a inicios de 2021 varios países europeos, como Francia, España, Alemania, Holanda y Portugal, experimentaron retrasos en las entregas de las dosis comprometidas por Oxford/AstraZeneca y BioNTech/Pfizer y tuvieron que detener los procesos de inmunización (10), al punto de amenazar con el control de exportaciones de las vacunas para garantizar el acceso oportuno y solucionar el incumplimiento de los acuerdos.
Lamentablemente el modelo de desarrollo y distribución de las vacunas privilegió el secretismo en los precios, el nacionalismo y la privatización del conocimiento. Un enfoque en el que todos perdemos.
Bienes públicos globales: si no es ahora, ¿cuándo?
Desde inicio de la pandemia se reactivó la discusión –de larga data– de tratar como bienes públicos globales a los medicamentos, en especial aquellos para enfermedades transmisibles, como las vacunas o los antibióticos. Bienes que cualquiera con capacidad pueda copiar y producir libremente, sin temor a infringir ninguna figura de propiedad industrial (patentes, secretos industriales, marcas o exclusividad de datos clínicos) para aumentar la oferta frente a un tamaño de demanda sin precedentes.
Con este argumento la India y Suráfrica presentaron a la OMC una propuesta de suspensión temporal del Acuerdo de Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (Adpic) (11). La propuesta está en discusión desde el año pasado y no ha alcanzado aún el consenso, porque algunos países ricos y ciertos países de medio y bajo ingreso como Colombia o Ecuador se resisten –azuzados por las farmacéuticas o simplemente atados al fundamentalismo de las patentes–.
Si se aceptara la suspensión temporal de las patentes, para atender esta emergencia, muchas empresas y Estados podrían empezar a producir las vacunas necesarias sin preocuparse por las sanciones y podría controlarse de forma más eficiente la pandemia. En palabras de Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud: “Ahora es el momento de utilizar todas las herramientas para aumentar la producción, incluyendo la concesión de licencias y la transferencia de tecnología, y cuando sea necesario, las exenciones de propiedad intelectual. Si no es ahora, ¿cuándo?”.
1. Ignacio Ramonet, “La pandemia y el sistema-mundo”, 25 de abril de 2020. Disponible en: https://mondiplo.com/la-pandemia-y-el-sistema-mundo#nb1
2. The Economist, “Rich countries grab half of projected covid-19 vaccine supply”, 12 de noviembre de 2020. Disponible en: https://www.economist.com/graphic-detail/2020/11/12/rich-countries-grab-half-of-projected-covid-19-vaccine-supply
3. The Economist, “Tracking covid-19 across the world”. [Online]; 2020 [citado, 23 de febrero 2021]. Disponiblen en: https://www.economist.com/graphic-detail/tracking-coronavirus-across-the-world.
4. Pandemic Tracker, “Vaccine coverage of total population”. Disponible en: https://pandem-ic.com/vaccine-coverage-of-the-total-population/
5. Madlen Davies, Jill Langlois, Rosa Furneaux, Iván Ruíz, Ernesto Cabral, Nelly Luna Amancio, “Las exigencias de Pfizer: pide a gobiernos utilizar activos soberanos como garantía para acuerdo de vacuna”. Ojo público. 23 de febrero de 2021. https://ojo-publico.com/2502/las-abusivas-exigencias-de-pfizer-con-las-vacunas-covid-19
6. Els Torreele, Henry Lishi Li, Mariana Mazzucato, “¿Vacunas para la salud de la gente o del capital?”. Diciembre de 2020. Disponible en: https://nuso.org/articulo/vacunas-para-la-gente-o-para-el-capital/
7. Wouters O et. Al . “Challenges in ensuring global access to COVID-19 vaccines: production, affordability, allocation, and deployment” The Lancet. Febrero 12 de 2021. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)00306-8
8. DIME. Decisiones informadas de medicamentos. Boletín #35. Estimación de los precios de las vacunas adquiridas en Latinoamérica. 15 de febrero de 2021. Disponible en: http://www.proyectodime.info/informacion-regional/informacion-seleccionada-sobre-covid-19/boletines/estimacion-de-los-precios-de-las-vacunas-adquiridas-en-latinoamerica-15-de-febrero-de-2021/
9. Çakmaklı, C., Demiralp , Kalemli-Özcan Ṣ, Yeşiltaş, Yıldırım MA. The Economic Case for Global Vaccinations: An Epidemiological Model with International Production Networks. National Bureau of Economic Research; 2021. Report No.: 28395.
10. DW. “EU countries delaying, halting vaccinations over delivery shortages”. 28 de enero de 2021. Disponible en: https://www.dw.com/en/eu-countries-delaying-halting-vaccinations-over-delivery-shortages/a-56376344
11. World Trade Organization. Communication from India and South Africa. Waiver from certain provisions of the trips agreement for the prevention, containment and treatment of covid-19.; 2020. https://docs.wto.org/dol2fe/Pages/SS/directdoc.aspx?filename=q:/IP/C/W669.pdf&Open=True. Accessed December 11, 2020.
* Profesora de la Universidad Nacional e investigadora del Centro de Pensamiento “Medicamentos, Información y Poder” cpvacag@unal.edu.co