Raúl Castro anunció que abandonaría sus funciones en 2018. Su probable sucesor, el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, deberá enfrentar un contexto marcado por la crisis en Venezuela –su socio principal–, la hostilidad de la administración Trump, las secuelas del huracán Irma y los desafíos que presenta la mutación de la economía.