La guerra civil siria aleja todavía más la perspectiva de una restitución de los altos del Golán, de los que se adueñó Israel en 1967. Aferrados a lo que sigue siendo una de las claves de la paz en la región, veinte mil sirios de confesión drusa escaparon de la expulsión. Pero no de las tensiones internas y los dilemas suscitados tanto por la ocupación como por los combates en la proximidad.