Conocer el mundo es una pasión de la infancia que sólo muy pocos de quienes la alientan hasta la edad adulta pueden hacer realidad. Sustitutos escritos ha habido siempre. Hoy los antaño populares relatos de viajeros han sido sepultados por la escandalosa oferta de las novísimas tecnologías de la comunicación. Y la narración de los sucesos, acompañados desde finales del siglo xix por imágenes fotográficas, se han hecho abrumadoramente omnipresentes. En cambio los análisis de los mismos, desde diferentes ángulos, sin los cuales la geografía humana del mundo se nos escapa, siguen precisando del texto escrito. Esto fue lo que tuvo en cuenta Le Monde diplomatique desde su nacimiento.
Medio siglo de una utopía postergada
¿Retroceso a la hegemonía de clase o punto de inflexión hacia una nueva nación?
Entre el diálogo y la negociación
La “colombianización” del DIH
Crítica teológica de la economía política desde América Latina
Para que las aves canten de nuevo
El puerro del domingo
En el ojo del huracán
Las realizaciones de la Unidad Popular
La revolución chilena en el campo
Recuerdos de Chile
Allende
Los dos fantasmas que acechan a Chile
La “vía chilena al socialismo”
El boga (lll)*
Triunfalismo, vacío y malestar en la cultura
Concentración económica y poder político en Colombia
A propósito de “La utilidadde lo inútil” de Nuccio Ordine
La religión securitaria
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