La liberación del periodista australiano luego de catorce años no reduce la responsabilidad de sus perseguidores. Washington, Londres y Estocolmo actuaron con la complicidad de la prensa internacional, que primero se valió de Assange cuando las primicias de WikiLeaks llenaban sus portadas y luego lo cuestionó sin fundamentos sólidos. Suscríbase https://libreria.desdeabajo.info/index.php?route=product/product&product_id=180&search=suscri
Liquidación electoral
Gramsci como “caja de herramientas” para el mundo de hoy
El legado de AMLO
Derechos de los animales. Debate sobre los “seres sintientes”
Felpudo europeo
Es hora de ser radicales
Ante un presente sin oportunidades y un futuro sin brillo
Drama colonial con otro color
El año que vivimos en peligro
Construir una victoria
Y Trump tendrá su revancha
El fin de “la Detroit italiana”
Georgia, Moldavia y las lecciones de Ucrania
Amenazas para el arroz vietnamita
Hezbollah después de Nasrallah
A las palabras se las lleva el viento amarillo
¿Qué son las economías de guerra?
¿Es posible un mundo sin hambre y sin pobreza?
Doble contabilidad y compromisos mínimos de financiamiento: punto crítico de la diplomacia socioambiental
Etiqueta: comunicación
La cólera de los agricultores, segundo acto
Los agricultores del Punyab han reanudado la lucha que libra- ron hace tres años contra la desregulación del sector agrícola. A pesar de su victoria en aquel momento, la cólera nunca se ha calmado del todo en los campos del granero del país.
El trienio pandémico y la (in) comunicación
Un manifiesto para la memoria desde el observatorio en el que navega el timonel de pateras al Sur Todos lo quisimos olvidar, todos menos él. Iñaki Chaves aborda las inexpugnables memorias personales de esas vivencias en los tiempos de la cuarentena por la covid-19 que se guardaron en los rincones más inhóspitos de nuestro cerebro,...
El puerro del domingo
Se dice que Dios se ríe de los hombres que se lamentan por los efectos de las causas que defienden. Así pues, al verano no le faltó diversión divina. Durante mucho tiempo, las elites francesas alentaron el control de los grandes medios de información por parte de los intereses económicos, fustigando como “populista” toda crítica a esas relaciones peligrosas.
Comunicación y política
“Vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia, no porque lo adoremos sino porque tenemos, primero, que superar la premodernidad en Colombia, el feudalismo y los nuevos esclavismos”: un supuesto capitalismo democrático, no especulativo ni concentrador de riquezas. Así trazó Gustavo Petro el 19 de junio de 2022, en el momento de celebrar el resultado arrojado por las urnas, el horizonte que guiaría su promesa de cambio para el país.
Golpe bajo
na “acción traicionera y malintencionada” aplicada por debajo de la cintura del contrincante, lo que la hace a todas luces ilegal, aunque se permita e incluso se jalee por parte de personas e instituciones que defienden esas maneras de hacer desde fuera del cuadrilátero.
El Gobierno ante un doble cerco
La dinámica del primer gobierno progresista del país, al aproximarse su primer año en ejercicio, genera más inquietudes que esperanzas entre quienes creyeron ser testigos de un decisivo cambio social en el país.
El cambio que no fue
Históricamente para los gobiernos de Colombia, por razones de nuestro desarrollo político, social y económico, la cultura y las artes nunca han sido una prioridad o derecho fundamental y no se las ha considerado, como deberían ser, herramientas indispensables para la comprensión, el análisis, el desarrollo del intelecto, la creación de identidad, de valores éticos y morales y expresiones del sentir nacional y sus individuos.
La miseria en el medio intelectual
Es mucho lo que se ignora todavía acerca de las interceptaciones y el posterior destape de Benedetti. –Es claro, eso sí, que no fue obra del Gobierno–. Pero las respuestas y reacciones de ciertos intelectuales son, en todo caso, muy reveladoras del talante –y el impacto– de este grupo social.
La enfermedad infantil del progresismo
Revisar una vetusta biblioteca de algún viejo bibliófilo siempre depara sorpresas. Hace unos días nos invitaron a evaluar la compra –nuestro oficio, con mi compañera, es comercializar libros de segunda– de la biblioteca de un sabio anciano que murió esperando llegara la utopía que le habían prometido y en la que creía firmemente.