Tras el golpe de Estado del 27 de junio de 1973, Uruguay se convirtió en el país con mayor porcentaje de presos políticos del mundo y vio partir al exilio, en 11 años y medio de dictadura, al 10 por ciento de su población.
Liquidación electoral
Gramsci como “caja de herramientas” para el mundo de hoy
El legado de AMLO
Derechos de los animales. Debate sobre los “seres sintientes”
Felpudo europeo
Es hora de ser radicales
Ante un presente sin oportunidades y un futuro sin brillo
Drama colonial con otro color
El año que vivimos en peligro
Construir una victoria
Y Trump tendrá su revancha
El fin de “la Detroit italiana”
Georgia, Moldavia y las lecciones de Ucrania
Amenazas para el arroz vietnamita
Hezbollah después de Nasrallah
A las palabras se las lleva el viento amarillo
¿Qué son las economías de guerra?
¿Es posible un mundo sin hambre y sin pobreza?
Doble contabilidad y compromisos mínimos de financiamiento: punto crítico de la diplomacia socioambiental
Etiqueta: golpe de Estado
En el ojo del huracán
En este artículo, Baltasar Garzón recuerda la gesta judicial que él encabezó en España hasta lograr que Scotland Yard arrestara al dictador chileno Augusto Pinochet en una clínica en Londres. Fue un triunfo del principio de Jurisdicción Universal en las causas por los Derechos Humanos.
Las realizaciones de la Unidad Popular
Las transformaciones puestas en marcha por el Gobierno de la Unidad Popular son sin duda las más profundas e intensas que registra la historia de América Latina a lo largo del siglo XX. Profundas, porque buscaban instaurar un socialismo democrático utilizando la legalidad vigente –la “Vía chilena”–, e intensas porque acontecen en el corto período de algo menos de mil días. Sin embargo, la magnitud de esta obra ha sido eclipsada por la brutalidad del golpe y los horrores que siguieron. Es momento de sacarla a la luz.
Allende
Vivió como un epicúreo; se dio la muerte como un estoico, el cañón del arma apuntando a su boca. Ese 11 de septiembre de 1973, el buen vividor Allende tuvo un final a la romana. No estaba previsto que entrara en la leyenda y permaneciera en las memorias. Había dos hombres en él y, desde fuera, hasta ese entonces, yo mismo al igual que los demás, sólo habíamos visto el primero: un radical-socialista de buen humor, confiado en la muñeca**, aficionado al pisco, a la buena comida, a las bromas y a las mujeres hermosas. Porque Allende tenía sentido del humor, cosa rara en la izquierda, donde la seriedad es tradición, y no posaba como el héroe que sería un día. No llevaba ni barba ni boina, el compañero Presidente. Unos gruesos lentes de carey, un bigotito bonachón, la voz burlona y cálida, simpático, fraternal e incluso masón –como Pinochet, de hecho–. Tenía todo lo necesario, diría yo, para alejar las sombras fatídicas; y para engañar a su mundo.
Los dos fantasmas que acechan a Chile
De un lado, un médico, las urnas y la democracia. Del otro, un general golpista, las armas y la dictadura. Entre los protagonistas del 11 de septiembre de 1973, el panteón chileno debería poder elegir fácilmente. Y sin embargo... A cincuenta años del inicio del feroz régimen de Augusto Pinochet, sus “hijos” están vivos.
La “vía chilena al socialismo”
Conciudadanos del Congreso: Al comparecer ante ustedes para cumplir con el mandato constitucional, atribuyo a este Mensaje una doble trascendencia: es el primero de un Gobierno que acaba de asumir la dirección del país, y se entrega ante exigencias únicas en nuestra historia política.
En el país de Yo el supremo
A escasos nueves meses de las elecciones presidenciales, programadas para el próximo 23 de abril de 2013, el presidente Fernando Lugo fue destituido por el Congreso de su país en tiempo récord. Y por medio de una leguleyada. Ante un “golpe de Estado legal”, no faltaron apoyos de algunos Estados, otros guardaron silencio y no...