Un poderoso conglomerado político-mediático se opone a que Francia adopte sanciones contra Israel. Mientras la Franja de Gaza se convierte en un campo de tiro, no pocas personalidades exhiben una complacencia inexplicable hacia la política israelí.
Hace casi diez años la victoria del Brexit primero y la de Donald Trump después incitaron a un puñado de liberales desconcertados a volver a codificar el espacio ideológico de un modo bien rudimentario como para que nadie pudiera confundirse. De un lado, quedaron los malvados “populistas” y “autoritarios”, un grupo caótico que incluía a Trump, Vladimir Putin, Xi Jinping, Viktor Orban, Jair Bolsonaro, etc. Del otro, los bondadosos “liberales” y “progresistas”, un grupo que reunía a líderes como Angela Merkel y Hillary Clinton, Joseph Biden, Justin Trudeau y Emmanuel Macron (1).