El rock chino siempre navegó entre la popularidad y el confinamiento. Pero hacia fines de los años 90, con el auge del comercio internacional y la revolución digital, los sellos, las bandas y los espacios de difusión se multiplicaron. Hoy los músicos de China, como los del mundo, buscan sobrevivir en un ecosistema dominado por los gigantes de la tecnología.