Pese al poderoso lobby proisraelí que desde hace décadas decide la política de Estados Unidos en Medio Oriente, el apoyo social a Israel disminuye. Y marca líneas de fractura en el seno de ambos partidos políticos, en especial entre los republicanos.
La cuestión de Israel está transformando la política estadounidense. Golpea a los dos grandes partidos y traza una línea de fractura que es mediática a la vez que generacional. Las voces más hostiles al gobierno israelí suelen ser jóvenes, y se informan en las redes sociales y los canales de YouTube. Los partidarios de Israel, de más edad, están modelados por una propaganda más tradicional, desde Fox News hasta The New York Times, que dan espacio de expresión, desde hace décadas, tanto a demócratas como a republicanos.



