En las aguas remotas del Índico, el banco de Saya de Malha, una de las mayores praderas marinas del mundo, enfrenta un saqueo implacable. Flotas pesqueras ilegales y la voraz industria minera amenazan este ecosistema clave para la biodiversidad de nuestro planeta y la absorción de dióxido de carbono.
Casi nadie ha oído hablar de él y, sin embargo, es uno de los lugares esenciales para la supervivencia de nuestro planeta. Sumergido en el Océano Índico, entre las islas Mauricio y las Seychelles, a más de trescientos kilómetros de la costa, el banco de Saya de Malha es una de las mayores praderas marinas del mundo, con una superficie del tamaño de Suiza. También conocida como “la isla invisible”, ya que forma parte de una vasta meseta que, en algunas partes, está cubierta por solamente diez metros de agua.
