Seis jóvenes senegaleses, sospechosos de yihadismo, fueron extraditados de Nuakchott (Mauritania) hacia Dakar, el 20 de febrero pasado. La amenaza terrorista se extiende en África Occidental sobre un fondo de competencia entre Al Qaeda y la Organización del Estado islámico. Las intervenciones militares en el Sahel, inclusive la operación francesa“Barkhane”, no hacen más que rozar las raíces de la violencia.