Pocos libros llegan a las bibliotecas y librerías en el momento más oportuno, este es uno. Ante la crisis ambiental de nuestro planeta, voces valerosas como la del profesor de la Universidad Nacional, Luis Humberto Hernández, entran a la escena para alertarnos en torno a la tragedia que se avecina si proseguimos mirando de soslayo la necesidad del cambio en el consumo de energías.
Con esa claridad Luis H. se esmera en brindarnos, desde la historia, la ciencia natural, la ciencia política, la ética, entre otras disciplinas del saber, argumentos que permiten develar no solo razones por las cuales llegamos a esta situación, sino perspectivas paradigmáticas y herramientas conceptuales con las cuales podamos proyectar escenarios que viabilicen el equilibrio evolutivo en todo el territorio planetario.
El eje central de su reflexión no podía ser otro que la tensión histórica entre el ser humano y la producción energética, por dos razones: una, el autor trabaja tal tema desde años atrás –por su trascendencia en el futuro de la humanidad– y, otra, el debate sobre la alternativa de girar hacia el uso de energías solares y verdes, entre otras, requiere de planteamientos profundos, como los aquí planteados, para viabilizar mundos posibles, tal como lo señala el título de esta obra.
Su aporte también incluye lo metodológico, al llevarnos por el devenir humano a través de la línea del consumo masivo de fuentes de energía, con una mirada integradora, transdisciplinar y crítica, de modo que quienes degustemos el libro podamos entender el problema en su multidimensionalidad.
Podría decirse, sobre el consumo universalizado de la leña, el carbón mineral, el petróleo y nuevas energías, la historia humana puede identificarse por épocas, transiciones de realidades y giros en la manera de ver, entender, comunicar, vivir y convivir en el mundo, facilitándole a la imaginación la utopía como referente de sentido para emprender la acción. Simbolizar tal proceso por épocas: Prometeica, Heféstica, Mefistofélica y Pigmaliónica, como él lo hace, tiene la virtud de romper esquemas en la caracterización tradicional de los períodos históricos, para abrir otras miradas sobre futuros posibles.
La información, la reflexión y la visión brindada, además de enriquecer y resignificar componentes del debate político sobre el asunto, local y mundial, animan la voluntad, la esperanza y la confianza en nosotros mismos, como personas y sociedad, en la búsqueda de soluciones. ¡Aún podemos conservar el planeta! pareciera ser el grito que atraviesa cada página; es decir, nada más ni nada menos, nuestras vidas. Eh ahí, la gran importancia que actualmente tiene su lectura.
