por Patricio G. Talavera
Fotografía Marcio Menasce, comemoración por la victoria de Lula en Cinelândia, Rio de Janeiro, (Cortesía del autor)
Las elecciones brasileras consolidaron un nuevo sistema de partidos, que a su vez es resultado de profundas mutaciones sociales. El bolsonarismo, que representa a la mitad del país, constituye un movimiento heterogéneo y complejo, que llegó para quedarse más allá de lo que suceda en el futuro con el actual Presidente.
