La holgada victoria del candidato musulmán y de izquierda Zohran Mamdani en las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York encendió las alarmas de Wall Street, pero también de los republicanos y del establishment demócrata. En el centro de su programa: la desigualdad, la vivienda y la causa palestina.
Desde 1886, con la candidatura disidente del economista Henry George a la alcaldía de Nueva York –que llevó a Friedrich Engels a afirmar que las masas estadounidenses pronto superarían a las europeas (1)–, nunca un outsider había orquestado una ofensiva tan coordinada contra el orden establecido de la metrópolis como Zohran Mamdani. Esto equivale a señalar la debilidad de los éxitos obtenidos por los partidarios de una opción socialista frente a los dos partidos dominantes. A la inversa de George, Mamdani hizo campaña dentro del aparato del partido existente. De hecho, su ambición inicial no era ser electo sino empujar hacia la izquierda a otro candidato demócrata, Bradford S. Lander, el contralor financiero general de Nueva York.