Desde el fin de las dictaduras, Argentina y Brasil desarrollaron un modelo de cooperación y confianza nuclear que es un ejemplo para el mundo. Sin embargo, el clima global de amenaza atómica y el desacople entre ambos países lo hacen peligrar.
El ataque con misiles penetradores de búnker por parte de Estados Unidos contra instalaciones atómicas en Irán, el pasado 22 de junio, simboliza el colapso del tabú nuclear. Esta acción careció de justificación bajo los principios del Derecho Internacional y no se alineó con las normas sobre el uso de la fuerza establecidas en la Carta de las Naciones Unidas. Washington lanzó sus ataques sin asumir la responsabilidad por los posibles daños, tanto a nivel global como a las poblaciones cercanas. Además, no hubo una condena unánime y firme por parte de la comunidad internacional ante este acto de agresión. Aunque Irán podría estar enriqueciendo uranio a cerca del 60 por ciento, acercándose al 90 por ciento necesario para alcanzar armas nucleares, y posiblemente violando el régimen de no proliferación, nada justificaba una acción militar unilateral. Por el contrario, el ataque probablemente impulsará al gobierno iraní a retomar y acelerar su programa de enriquecimiento de uranio.