En mi actividad como docente e investigadora de las artes escénicas en Colombia, he considerado que uno de los aspectos fundamentales de la construcción de una historia del teatro colombiano es la realización de un ejercicio de memoria, que nos permita establecer, en perspectiva, los momentos más destacados del quehacer escénico nacional. En ese sentido, mis indagaciones me han llevado a resaltar, con la menor cantidad de prejuicios posible, los aportes de agrupaciones e individuos que, aunque sin demasiado reconocimiento, han contribuido al desarrollo y consolidación de lo que se denominó en la década de los ochenta, el movimiento teatral y más recientemente de los grupos y colectivos que enriquecen el panorama cultural en el país.
Una muestra de ese ejercicio fue la edición y publicación en el 2020 de la investigación acerca del teatro de títeres en Colombia, que recogió los inicios y la consolidación de lo que se denominó la tercera generación de titiriteros, y en el 2021 del texto sobre la vida y obra del maestro e investigador teatral Paco Barrero.
En el 2023, y en respuesta a la gran cantidad de agrupaciones escénicas que dieron en llamarse ‘comunitarias’, me interesé en averiguar qué tenían de comunitarios estos colectivos. Habiendo sido, a comienzos de la década del setenta del siglo pasado. participante activa de las organizaciones comunitarias constituidas con base en las propuestas traídas a Colombia por los jesuitas del Cinep, fundamentadas en los postulados de Paulo Freire, consideré pertinente indagar sobre la manera como se conciben hoy esas formas organizativas.
Mi interés me llevó al teatro de la montaña, ubicado en el barrio San Isidro vía a la Calera, en el que encontré elementos del teatro comunitario, al cual –y eso lo descubrí en el curso de la investigación– llegaron no como un propósito explícito y consciente, sino a partir de la intuición y de la necesidad de anclarse en la zona elegida para la construcción del teatro.
Este libro que se presenta a los lectores es una memoria de las tantas maneras como se aborda el teatro comunitario en Bogotá, destacando los antecedentes teóricos –Paulo Freire y Augusto Boal–, las particulares formas que adquieren las propuestas teatrales enraizadas en este barrio, así como las temáticas tratadas en las obras y las estrategias utilizadas por el grupo para lograr la construcción de un público.
El teatro de la montaña, arte y resistencia es el reconocimiento a los treinta y tres años de labores ininterrumpidas del Centro de Investigación Artística Teatridanza, CIAT, más conocido como el teatro de la montaña, a su coraje y a su propósito indeclinable de buscar la felicidad haciendo el teatro que quieren para la gente que quieren.
María Teresa Vela Mendoza
Autora y editora, julio 2025, 85 páginas.