Trump redescubre sin saberlo “el circuito del Tesoro”, instrumento usado en Francia para el control estatal del financiamiento de la economía. Esta herramienta, surgida en Vichy y consolidada en la reconstrucción de posguerra, podría ser clave para que los Estados recuperen la soberanía arrebatada por los inversores.
Es pleno verano y nadie, o casi nadie, está prestando atención cuando Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Donald Trump, aparece en Fox News (13 de agosto de 2025) y, con la desenvoltura a la que está acostumbrado el nuevo poder estadounidense, hace un pequeño anuncio: los ahorros de no residentes invertidos en Estados Unidos podrían, en parte, ser reunidos en una especie de “fondo soberano interno” a discreción del Gobierno Federal –del Presidente–, quien tendría el poder de decidir –a su antojo– su uso en función de los sectores que desee desarrollar.