Desde los tambores taínos hasta la salsa mundial: la música cubana es un milhojas de mestizaje que nunca deja de reinventarse. Una historia donde coexisten lo ancestral y lo moderno, creando sonoridades únicas que han conquistado el planeta.
El misterio de la música cubana. Sus raíces se extienden muchos siglos atrás, pero continúa siendo moderna. Se parece a un milhojas de estilos, pero aun así no deja de desplegar sonoridades únicas, aunque diversas. Para Blaise Cendrars, no era sólo “una nueva forma de arte sino una nueva razón para vivir (1)”. ¿Es de extrañar que, de Alejo Carpentier a Leonardo Padura, pasando por Nicolás Guillén, todos los escritores de la isla la hayan contado o cantado, cada uno a su manera?