La enfermedad infantil del progresismo

Revisar una vetusta biblioteca de algún viejo bibliófilo siempre depara sorpresas. Hace unos días nos invitaron a evaluar la compra –nuestro oficio, con mi compañera, es comercializar libros de segunda– de la biblioteca de un sabio anciano que murió esperando llegara la utopía que le habían prometido y en la que creía firmemente. El nieto pedía una fortuna por lo que consideraba una “gran biblioteca”. De lo poco que llamó nuestra atención fue un par de estantes cargados con libritos de la Editorial Progreso de Moscú. Una maravilla. Allí estaba casi toda la obra de Marx y Engels, de Lenin, y de tantos otros autores afines en magnificas, pero sencillas, traducciones al español e impresas en un bello papel esmaltado. No faltaba allí ¿Qué hacer? de Lenin, Miseria de la filosofía, La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, La Sagrada Familia, y también, uno desconocido para mí: La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo de Lenin. Abrir cualquier de esos tomitos y leer un pasaje es recibir una bocanada de aire fresco al encontrar la vigencia y pertinencia de esos escritos que tienen entre 100 y 150 años como mínimo.

Sin embargo, lo insólito fue encontrar, en medio de esos libros de la editorial Progreso, un viejo y descuadernado Almanaque del Sembrador para 1960. Un libro que circuló anualmente en el país entre 1948 y 1965 y que en su portadilla aparece, en la parte inferior: Editorial Bolivariana: Caracas, Bogotá, Quito y Lima. La caratula –ilustrada con la plumilla de un muchacho campesino de cualquiera de nuestras sabanas, con sombrero y alpargatas, esparce semillas por un campo–, afirma que allí se encontrarán las actividades agrícolas más importantes para cada día a manera de calendario lunar, siendo una guía útil para empezar un huerto, cuidar el jardín o para programar las actividades en la granja teniendo en cuenta la luna, otros astros y el saber heredado de campesinos, indígenas y agricultores. Toda una curiosidad.

Pero el hecho significativo fue el marcalibros (con una imagen de Gaitán orador con su puño en alto) que al abrir la página señalada resultó ser la del martes 19 de abril de 1960. Allí se dice que es un día perfecto para la siembra pues es Luna Llena y que los nacidos ese día, bajo el signo de Aries están predestinados para grandes cosas. Hay otra serie de datos de confluencias astrales y planetarias, la hora de salida y caída del Sol, la hora que asciende y se oculta la Luna, además de las mareas para las costas de los países bolivarianos. Todo un prodigio de ayuda para el sembrador y el pescador de le época antes de la era de la Internet. Como no podía faltar, al final de la página una pequeña caricatura: Un niño pregunta al padre, ante una jaula del zoológico: “Papá, ¿ese es un tigre de Bengala?” “Sí, hijo. ¿No te parece admirable?” “¿Y porque no tiene colmillos ni garras?” “Se los han arrancado para que no haga daño”. “Y entonces ¿por qué lo tienen enjaulado? ¡Para que la gente siempre le tenga miedo!”. Cerramos el libro y lo volvimos a poner en su lugar con un sinsabor en la boca. Terminamos de evaluar con mi compañera la compra de la biblioteca, de la cual en realidad solo nos interesaban los volúmenes de Editorial Progreso, y por alguna extraña razón, el curioso Almanaque del Sembrador. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo nos despedimos del heredero y salimos.

Regresamos a casa y saqué de mi gabán La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo que logré birlar en un momento de descuido del nieto del sabio. Dediqué el resto de la tarde a leerlo y a medida que avanzaba iba trasponiendo y reemplazando nombres propios referidos por Lenin por unos contemporáneos y locales, como por ejemplo Partido Social Demócrata Alemán por Pacto Histórico, Rusia por Colombia, izquierdismo por progresismo, mencheviques por moderados y todo comenzó a recrear un paisaje de coincidencias y enorme sentido.

“¡Es imposible concebir mayor insensatez, mayor daño causado a la revolución por los revolucionarios ‘de izquierda’! Si hoy, en Rusia, después de dos años y medio de triunfos sin precedentes sobre, estableciéramos como condición para el ingreso en los sindicatos el ‘reconocimiento de la dictadura’, cometeríamos una tontería, malograríamos nuestra influencia sobre las masas y ayudaríamos a los mencheviques, pues la tarea de los comunistas consiste en saber convencer a los elementos atrasados, en saber actuar entre ellos y no en aislarse de ellos mediante consignas sacadas de la cabeza e infantilmente ‘izquierdistas’”.

Lo que terminó de cerrar todo fue la pregunta que me espetó mi compañera cuando vio lo que leía. ¿Sabes quién nació el 19 de abril de 1960?

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Información adicional

Autor/a: Consejo de redacción
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: Le Monde diplomatique, edición 234 julio 2023
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