Una de las explicaciones sobre el ascenso del partido de Marine Le Pen es su penetración en los sectores rurales, que se sentirían abandonados por el Estado. Sin embargo, se trata de un fenómeno también presente en las ciudades.
La idea de que en el medio rural las clases populares se sentirían “abandonadas” por el Estado es una de esas verdades de las que nadie duda. Sería también, según muchos análisis, una de las principales causas de la afinidad de estos sectores con Agrupación Nacional (Rassemblement national, RN), el partido de Marine Le Pen. Los economistas Julia Cagé y Thomas Piketty, por ejemplo, sostienen que la reconquista de las clases populares rurales debería ser la “prioridad absoluta para el bloque social-ecológico” e invitan a combatir su “sentimiento de abandono” con medidas sociales y económicas (1).
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